驴Puede la labor docente influir en la econom铆a?
Considero que no cabe duda en cuanto al papel del Estado en la soluci贸n de los problemas de la pobreza y distribuci贸n del ingreso. Tal vez si existiera una soluci贸n a corto plazo, de seguro 茅ste y cualquiera otro gobierno tendr铆an tal situaci贸n controlada, pero sabemos que no es as铆.
Hay una gran cantidad de personas, dentro y fuera del gobierno, que centran sus esfuerzos, conocimientos y opiniones en la aplicaci贸n de acciones efectivas en la soluci贸n de nuestros problemas econ贸micos, y se tiene que reconocer que es un asunto de tiempo y aplicaci贸n constante.
Tambi茅n hay que reconocer que no es un asunto exclusivo del Estado, o de especialistas en econom铆a, sino que todos los que hacemos vida en Venezuela tenemos una cuota de responsabilidad y la debemos asumir. Esta idea es la que me motiva a reflexionar sobre el papel del docente en la soluci贸n del problema de la pobreza.
La educaci贸n forma parte de los servicios p煤blicos que ofrece el Estado, es una manera de distribuir los ingresos de la naci贸n, y est谩 supervisada y resguardada por el mismo, aunque tenga como brazo ejecutor al cuerpo docente del pa铆s.
Ahora bien, 驴c贸mo puedo yo, como docente, tomar un papel protag贸nico (y asumirlo) en el desarrollo econ贸mico del pa铆s?
Como profesor tengo un papel de facilitador en los procesos de ense帽anza y aprendizaje. El Estado provee los programas y planes de estudio, que con la adecuada aplicaci贸n por parte del docente y apoyado en su preparaci贸n, estrategias y medios, etc.; ayuda a la construcci贸n – creaci贸n de los conocimientos y adquisici贸n de aprendizajes de quienes acuden a las instituciones educativas. Pero tambi茅n el docente es un modelador de conductas y formador de conciencias, responsable en gran parte de la conciencia ciudadana que tanta falta hace y es punto de partida de toda acci贸n.
Esa formaci贸n del pensamiento es la que va a dar paso a la opini贸n, al expresar puntos de vista, el razonamiento l贸gico y personal al que tambi茅n todos tienen derecho; ese pensamiento desarrolla en los estudiantes la habilidad de tomar decisiones favorables luego del buen discernimiento. El docente contribuye al 鈥渜uerer aprender鈥, a poder reconocer que hay una necesidad de crecimiento y desarrollo intelectual, a la sana autocr铆tica (asunto nada f谩cil, pero necesario) y entre otras cosas motiva a emprender el inagotable caminar en la adquisici贸n de conocimientos.
Sin embargo, no todo queda en el pensamiento. 鈥淧ienso, luego existo鈥濃βa mejor manera de expresar el pensamiento es la acci贸n!. La necesidad de cambio debe impulsar a hechos concretos orientados a la satisfacci贸n de nuestras necesidades b谩sicas, mediante la b煤squeda (y preparaci贸n para) un empleo digno, mejores condiciones de vivienda, integraci贸n social, consolidaci贸n de una vida familiar sana y estable, autocorrecci贸n, etc. La b煤squeda y obtenci贸n de un empleo digno y productivo que aporte servicios y bienes 煤tiles a la econom铆a del pa铆s, a la larga tiene que reflejarse en el crecimiento econ贸mico, la tasa de inflaci贸n y el desarrollo econ贸mico del pa铆s.
La formaci贸n de conciencia ciudadana tiene que llevarnos tambi茅n a una participaci贸n pol铆tica responsable. Quienes ocupan actualmente nuestras aulas ser谩n los protagonistas de la vida pol铆tica nacional en un futuro, su actuaci贸n tambi茅n ser谩 el reflejo de nuestra labor docente actual. Adem谩s, nuestro desenvolvimiento en el aula y la vida ciudadana ser谩 el ejemplo motivador que integre a muchos estudiantes a continuar la labor docente; todo profesor tiene en sus m谩s gratos recuerdos el ejemplo motivador de algunos de sus maestros.
Paralelamente a la dimensi贸n del pensamiento, la adquisici贸n de conocimiento nos impulsa a la creaci贸n intelectual y tecnol贸gica. La creaci贸n intelectual, plasmada en material impreso o inform谩tico, contribuye a la misma educaci贸n y la retroalimenta, adem谩s el trabajo creativo tambi茅n aporta a quien lo produce una fuente de ingresos que le puede asegurar el cubrir sus necesidades de educaci贸n, alimentaci贸n, salud, vestido, ocio y recreaci贸n, etc. La labor intelectual y la investigaci贸n tambi茅n es fuente de ingresos que aportan al ciudadano y al pa铆s mucha satisfacci贸n personal, colectiva, social y econ贸mica.
En segundo lugar tenemos la creaci贸n de innovaciones y aplicaciones tecnol贸gicas; tal vez sea la que m谩s llama la atenci贸n y se presenta como la m谩s productiva en t茅rminos econ贸micos. A parte de la producci贸n de capital y los beneficios que le proporciona a la persona para cubrir sus necesidades b谩sicas, los aportes de la tecnolog铆a influyen en la productividad (en bienes y servicios) y por consiguiente en el crecimiento econ贸mico, estimulando a su vez la inversi贸n de capital en la misma tecnolog铆a y la capacitaci贸n t茅cnica de la mano de obra.
La creaci贸n intelectual y tecnol贸gica se ve reflejada en todos los campos y actividades de la vida nacional, desde la producci贸n de riqueza hasta la distribuci贸n de la misma: en la educaci贸n, alimentaci贸n, salud, vestido, etc.; en el acceso de la poblaci贸n a buenos empleos y la creaci贸n de los mismos. En consecuencia, no s贸lo tenemos el desarrollo econ贸mico y tecnol贸gico como naci贸n sino tambi茅n como individuos tenemos la oportunidad de alcanzar el desarrollo como persona humana.
El acceso al empleo y el aporte social del individuo contribuir谩n, entre otras cosas, a la disminuci贸n de la inflaci贸n e incluso de la violencia urbana. Integrarse a actividades deportivas, culturales y productivas le permite al ciudadano ocupar su tiempo y esfuerzo en labores que le brinden el grado de satisfacci贸n que le deja muy poca oportunidad al mal ocio y la violencia. Reforzar la justicia es necesario, pero si se combaten las causas de la violencia entonces no habr谩 tantos culpables que castigar. A fin de cuentas, todo castigo trae consecuencias, en especial psicoafectivas, y lo que puede venir en consecuencia es imprevisible.
En conclusi贸n, no s贸lo el Estado puede cargar con la responsabilidad de la vida y desempe帽o econ贸mico de la naci贸n; queda de parte de todos asumir la cuota que le corresponde seg煤n su funci贸n social. El docente debe formarse continuamente y aplicar sus mejores conocimientos para contribuir en la formaci贸n ciudadana del pa铆s, la cual va m谩s all谩 del progreso educativo; abarcando lo pol铆tico, social, cultural, tecnol贸gico y econ贸mico.
Alfredo Garc铆a, Mayo 2006.